Juan Benet
Volverás a Región (1967)
Juan Benet, considerado como um dos
escritores espanhóis mais importantes da segunda metade do século
XX, tem em Volverás a Región a sua obra mais emblemática.
Engenheiro de profissão, à data da publicação desta obra era
ainda um autor desconhecido, apesar de já contar com algumas
incursões na dramaturgia e poesia
Passada em Région, um imaginário
território montanhoso e quase inacessível, situado na Cantábria ou
na sua proximidade, a narrativa decorre em amplos quadros onde
aparecem esboçados os dias traumatizantes da Guerra Civil e o tempo
que lhe sucedeu. Como personagens principais, o doutor Daniel
Sebastián que ali vive isolado na companhia de um jovem demente, e
uma mulher não identificada que o visita ao anoitecer, que
percebemos ser a mãe do jovem, que se tinha despedido dele enquanto
criança nas primeiras páginas do livro. Juntos, pela noite fora,
recordam o tempo passado, em longos monólogos introspectivos, onde
os acontecimentos descritos vão ganhando nitidez pela sobreposição
de perspectivas.
Creo que la vida del
hombre está marcada por tres edades: la primera es la edad del
impulso, en la que todo lo que nos mueve y nos importa no necesita
justificación, antes bien nos sentimos atraídos hacia todo aquello
—una mujer, una profesión, un lugar donde vivir— gracias a una
intuición impulsiva que nunca compara; todo es tan obvio que vale
por sí mismo y lo único que cuenta es la capacidad para alcanzarlo.
En la segunda edad aquello que elegimos en la primera, normalmente se
ha gastado, ya no vale por sí mismo y necesita una justificación
que el hombre razonable concede gustoso, con ayuda de su razón,
claro está; es la madurez, es el momento en que, para salir airoso
de las comparaciones y de las contradictorias posibilidades que le
ofrece todo lo que contempla, el hombre lleva a cabo ese esfuerzo
intelectual gracias al cual una trayectoria elegida por el instinto
es justificada a posteriori por la reflexión. En la tercera edad no
sólo se han gastado e invalidado los móviles que eligió en la
primera sino también las razones con que apuntaló su conducta en la
segunda. Es la enajenación, el repudio de todo lo que ha sido su
vida para la cual ya no encuentra motivación ni disculpa. Para poder
vivir tranquilo hay que negarse a entrar en esa tercera etapa; por
muy forzado que parezca debe hacer un esfuerzo con su voluntad para
permanecer en la segunda; porque otra cosa es la deriva.
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