14 de outubro de 2024

El Terrorismo que Creó al Estado Sionista



Bassam Bishuti
El Terrorismo que Creó al Estado Sionista (1969)

Não se encontra facilmente informação sobre o autor, além da referência à versão inglesa deste livro (The Role of the Zionist Terror in the Creation of Israel) aparentemente editado pela primeira vez em Beirute no ano de 1969, bem como um outro título, La Violencia Encubierta del Sionismo Mundial, de 1976.
Este livro, aparecido na ressaca da Guerra dos Seis Dias, em 1967, dedica o grosso da atenção ao período decorrido entre a Declaração Balfour (1917) – onde a Inglaterra se comprometeu perante o Barão Rothschild e a Federação Sionista da Grã-Bretanha em proporcionar ao povo judeu um território, em troca da ajuda aos Aliados na Grande Guerra – e 1948, data da proclamação da independência do Estado de Israel. Quanto ao território mencionado, claro que não se situava no vastíssimo Império Britânico, mas na Palestina, então pertencente ao Império Otomano, que ficaria do lado dos derrotados. Repartidos, depois da guerra, os territórios do Médio Oriente entre a França e a Inglaterra, a Palestina ficou sob mandato britânico, com a finalidade do futuro Estado de Israel ser uma salvaguarda dos interesses britânicos na região.
Dois anos após a Declaração Balfour, devido à emigração fomentada pelos sionistas, habitavam já 65 mil judeus na Palestina, 7% da população total, que detinha 2% das terras. A emigração massiva continuou, para favorecer a mudança étnica, e doze anos decorridos, o número de judeus aproximava-se já dos 120 mil. Apesar do esforço, em 1948, os judeus não possuíam mais de 6% das terras. Algures durante este percurso, os ingleses aperceberam-se que a independência de Israel poderia arrastar à independência os países árabes da vizinhança, e fizeram tudo para limitar a emigração dos judeus para a Palestina, o que foi entendido como uma “traição” ao acordo e esteve na origem dos ataques terroristas contra as tropas britânicas. Organizações terroristas judias, como a Haganah, dirigida e supervisionada pela Agência Judaica, a Stern e a Irgun, assassinos profissionais, “dissidentes”, levaram os britânicos ao rápido abandono do território sob mandato internacional e a passagem das suas responsabilidades para a ONU entre 1947 e 1948. O plano de partilha da ONU foi um esboço impraticável que ofereceu aos judeus 60% das melhores terras (eles eram já 32% da população em 1945), e deixou-os de mãos livres para se desembaraçar dos palestinos, que ali habitavam há séculos. O excerto abaixo refere-se ao massacre de Deir Yassin, em 1948, uma aldeia sem importância nem valor estratégico, situada na zona internacional de Jerusalém, uma das primeiras façanhas de Israel, um estado criado e sustentado pelo terror desde a sua fundação.

En la mañana de aquel día, "una fuerza del IZL (Irgun) y del Grupo Stern de unos doscientos hombres atacó a la aldea árabe". Los hombres de la aldea estaban trabajando fuera. Begin describe el principio del incidente. Dice que "...uno de los nuestros, que llevaba un altavoz, se colocó a la entrada de la aldea y exhortó en árabe a todas las mujeres, niños y viejos a marcharse de sus casas y refugiarse en las faldas de la colina"; algunas de las mujeres y niños lo hicieron, pero no todos. Parece que hubo alguna defensa por parte de los árabes, porque hubo lucha. Según Begin otra vez, sus hombres "se vieron compelidos a luchar casa por casa; (y) para derrotar al enemigo utilizaron un gran número de granadas de mano" que lanzaron a las casas. En este ataque, Begin dice que sus terroristas "tuvieron cuatro muertos y casi cuarenta heridos"; sin embargo, según el comandante del Irgun de la fuerza atacante, en un discurso que dirigió a los judíos de Nueva York durante una visita a los EE.UU. más tarde, las víctimas terroristas fueron "8 muertos y 57 heridos"; da los habitantes de Deir Yassin, sin embargo, "unos 250 murieron, alrededor de la mitad de ellos eran mujeres y niños", según una investigación británica de aquel período. La manera en que estos árabes fueron asesinados causó horror y pánico entre los árabes de Palestina.
Después que la defensa árabe se había acallado, los terroristas del Irgun y del Grupo Stern agruparon a los habitantes de Deir Yassin, de los cuales más de la mitad eran mujeres y niños y les dejaron de pie bajo vigilancia en la plaza de la aldea, mientras ellos entraban en las casas y saqueaban todas las cosas de valor que pudieran coger. En seguida empezaron la carnicería, que es conocida por todo árabe como "la matanza de Deir Yassin". Los terroristas judíos clavaron sus bayonetas y asesinaron a las mujeres que estaban embarazadas, cortaron a los niños que gritaban en pedazos, delante de los ojos de sus madres. Mutilaron a las mujeres jóvenes y muchachas, cortando sus miembros después de violarlas. Ancianos y hombres jóvenes fueron deliberadamente torturados hasta la muerte, mientras que las mujeres y muchachas que quedaban fueron despojadas de toda su ropa y metidas en camiones y llevadas a Jerusalén para hacer con ellas un desfile en el barrio judío de la Ciudad Santa.
Inmediatamente después de la matanza, la Haganah llegó y bloqueó la aldea durante dos días para evitar la entrada mientras quemaban los cadáveres y echaban los restos en los pozos de la aldea en un esfuerzo para borrar toda huella de las atrocidades. Cuando el representante en Palestina de la Cruz Roja Internacional, monsieur De Reynier, pudo visitar la aldea dos días más tarde, logró ver alguna de las huellas de lo que había ocurrido. Quedó horrorizado por lo que vio, la impresión de la acción de la IZL que se formó fue que había sido "una matanza deliberada". [...]
Las noticias de la matanza de Deir Yasin causaron honda impresión en Palestina y el mundo árabe. Los árabes de Tierra Santa quedaron estupefactos. De pronto comprobaron que ser apacibles campesinos no les salvaba del salvajismo judío-sionista. De esta manera, cuando los terroristas sionistas se acercaban a una aldea para atacarla, los habitantes árabes huían aterrorizados. Pronto, pueblos y ciudades fueron evacuados, y cuando los sionistas se enfrentaron con obstinados árabes que rehusaron marcharse, los terroristas con gusto repetían algunos de los actos de la tragedia de Deir Yassin en su beneficio. Los pateaban los golpeaban y los obligaban a correr a tiros, o torturaban a cuantos tuvieran tiempo para hacerlo. Abundan los relatos del salvajismo judío en Palestina; han sido repetidos de forma ilimitada por Israel en tierras árabes ocupadas como resultado de la guerra de junio de 1967.

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