1 de agosto de 2023

La Corte de Lucifer


Otto Rahn
La Corte de Lucifer (1937)

Se o anterior Cruzada contra o Graal era, basicamente, um estudo histórico sobre as expedições movidas pela Igreja de Roma e pela coroa francesa sobre a Occitânia, com o fim de eliminar a heresia cátara, A Corte de Lucifer é um registo das viagens do autor naquela região, a sua visita aos lugares onde se desenvolveram aqueles factos históricos, as conversas que manteve com as pessoas, a análise do que ainda perdurava na memória colectiva, as suas conjecturas e conclusões acerca de um tema que dominava, e sobre o qual sentia uma ligação familiar, através dos seus antepassados "pagãos e hereges", aos quais se refere várias vezes. A viagem não se fica só pela Occitânia, e Otto Rahn procura vestígios do passado também no Norte de Itália, Tirol, Suíça e através da Alemanha, num percurso hipotético que terá levado Wolfram von Eschenbach, autor de Parzival, da Provença à sua terra de origem. O percurso segue depois sempre para Norte, pelo Báltico, pelo Mar do Norte e Atlântico, à Islândia, em busca da lendária Thule, referida por Píteas e Estrabão.

En el presente, a Ginebra confluyen de todos los países los delegados de las naciones que tienen asiento en la League of Nations o Societé des Nations. Los ginebrinos han encontrado otra designación para ésta: Societé des Passions. En castellano: Sociedad de las Pasiones. Muchas naciones y casi todas las razas están representadas aquí para poner más orden en Europa y en el mundo. Para las asambleas en las que hablan en voz alta o ríen bajito los representantes judíos de la Rusia soviética, han construido un palacio monstruoso. Algunos alemanes sin trabajo, al construirlo, han ganado algunos francos. El salario les ha llegado apenas para comer hasta satisfacerse. Faltaron los cincuenta céntimos por día para un camastro en los albergues del Ejército de Salvación, por lo que sólo pudieron acudir a los asilos nocturnos para vagabundos. Estos alemanes tendrán hoy nuevamente pan suficiente y buena cama. En casa.
El palacio de la Sociedad de las Naciones, con su blanco estridente y sus gigantescas dimensiones, irrumpe brutalmente en el paisaje de la antes tan armónica y agradable Ginebra entre el Jura, el Saleve y el Voirons; se levanta en medio de un gran parque del que los ginebrinos, antes con toda razón, se sentían orgullosos y cuya paz deploran haber perdido: el parque Ariana. Con el nombre de Ariana, aquella potencia que teje el destino y la historia del mundo, se ha permitido un chiste.
Ariana es el antiguo nombre de Irán. Lo ostentó la región de los parsis en conmemoración de un "país primitivo ario creado por el dios luminoso", Ariana. Los escritos sagrados de los tiempos antiguos de los arios iraníes informan que cierto día surgió la "serpiente del invierno", y el luminoso paraíso, donde los hombres eran felices y donde ellos siempre vieron a la divinidad, se transformó en una tierra fría, "fría para el agua, fría para la tierra, fría para la vegetación". Por siempre habrá ahora allá "diez meses de invierno y dos meses de verano". (Domina el clima ártico.) De Ariana llegaron los hombres arios. También los indios arios supieron de esta luminosa patria primitiva, el país de los uttarakuru, de los hombres del norte, la "Isla del Esplendor" a orillas del mar Blanco o mar Lácteo, el "divino país de los arios". Ellos enseñaban: "Sé tu propia luz, haz acciones, hazte sabio, sé más fuerte, y podrás entrar al divino país ario".
Oh, ¡parque Ariana de Ginebra! Oh, ¡palacio de la Liga de las Naciones!


Li anteriormente:
Cruzada contra el Grial (1933)

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